La hermandad del Rocío de Triana vivió este sábado una jornada para la historia. El Milagroso Simpecado de la calle Evangelista presidió en la mañana del sábado en el Altar del Jubileo del primer templo metropolitano la solemne misa estacional conmemorativa del bicentenario fundacional (1813-2013) de la más antigua de las corporaciones rocieras de la capital. La eucaristía, fijada a las 11.00 horas, fue oficiada por el cardenal arzobispo emérito de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo, y estuvo amenizada por los cánticos del coro de la hermandad.
Además de las autoridades civiles y militares invitadas a la ceremonia, a la Catedral de Sevilla acudieron representaciones de la hermandad Matriz de Almonte, así como de la hermandad de Villamanrique de la Condesa, madrina de Triana, y de las corporaciones ahijadas de la hermandad trianera (Gines, Villanueva, Écija, La Línea de la Concepción y Carrión de los Céspedes, entre otras), amén de representaciones de las hermandades del arrabal y del resto de corporaciones rocieras de la capital.
Ya por la tarde, el Simpecado retornó al arrabal trianero entronizado en su carreta de plata y al paso lento de los bueyes de la ganadería de Sánchez-Ybargüen, que hasta el momento de ser enganchados en la carreta permanecieron en los corrales del coso del Baratillo.
El regreso a casa del Simpecado con la Virgen Chiquita dio inicio a las 17.30 horas. Después de salir del recinto catedralicio por la Puerta de los Palos, momento en que el Simpecado fue entronizado en la carreta, la comitiva se dirigirá por plaza Virgen de los Reyes, Placentines, Alemanes, Avenida de la Constitución y Plaza Nueva hasta el andén del Ayuntamiento donde, en torno a las 18.30 horas, el alcalde Juan Ignacio Zoido le impuso al Simpeado trianero la Medalla de Oro de la Ciudad que ya le fue concedida a esta corporación el pasado 31 de mayo en reconocimiento a su trayectoria, labrada a lo largo de 200 años, y la labor social que viene desempeñando con los más necesitados.
A continuación, la comitiva continuó hasta su sede canónica por el siguiente recorrido: Tetuán, Rioja, San Pablo, Reyes Católicos, Puente de Triana, Altozano, San Jorge, Callao, Castilla (introduciéndose hasta el número 9, donde se rezará una salve ante la casa donde se fundó la hermandad), Callao, Antillano Campos, Alfarería, San Jacinto, Rodrigo de Triana, Victoria, Pagés del Corro y Evangelista, con entrada al filo de las 0.30 horas, siempre y cuando el riesgo de precipitaciones no obligara a la hermandad a apresurar su retorno a casa.
La banda de la Oliva de Salteras acompañó el regreso del Simpecado a Triana con un repertorio musical integrado por sevillanas orquestadas, pasodobles, marchas militares y “alguna marcha procesional específica en algún sitio”, según apunta el hermano mayor de la bicentenaria hermandad, Ángel Rivas.
Un regalo para la Patrona de Almonte
Los actos del bicentenario de la hermandad del Rocío de Triana no concluyeron aquí. La intención de la junta de gobierno que encabeza como hermano mayor Ángel Rivas era que el broche de oro a esta celebración se pusiera en la peregrinación extraordinaria que tradicionalmente realiza la hermandad el último fin de semana del mes de enero. Coincidiendo con esa pregerinación y con la eucaristía que se celebrará entonces ante la Virgen en la aldea de El Rocío, la hermandad trianera (sexta entre las filiales) realizó un regalo a la Patrona de los almonteños.
Video del canal del blog: http://www.youtube.com/watch?v=enE_LZM5QOw&feature=youtu.be
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